viernes, 10 de mayo de 2013

FALSAS ESPERANZAS

Cualquier institución que se precie no debe permanecer ajena a la imagen que despierta en sus miembros y en la opinión pública. Debe prestar atención a los medios de comunicación y, en pleno S. XXI, al resto de canales informativos, como son las redes sociales. Tiene que extraer conclusiones de todos ellos y obrar en consecuencia. Bajo mi opinión, sin embargo, las personas no debemos entrar en debates estériles que degraden aún más la imagen de la institución que representamos. Estamos obligados a demostrar, a base de hechos, cuáles son nuestras verdaderas intenciones.

Por ello, esta FEB no permanece ajena a la imagen que genera y a los sentimientos que despierta y ha despertado en los últimos años. Sus líneas de actuación se han basado y se basarán, bajo mi mandato, en la firmeza y el convencimiento de tratar a todas las especialidades y federaciones integradas por igual. Sin establecer diferencias ni favoritismos que beneficien a unos y perjudiquen a otros.

Dicen que quien calla, otorga. Por ello creo conveniente aclarar algunos aspectos que considero vitales para comprender el enésimo proceso de integración en el que nos encontramos inmersos. El primero es recordar que la FEB sigue en el mismo sitio y con idéntico modelo de funcionamiento que los últimos años. No ha variado un ápice su postura de respeto y acatamiento a sus estatutos y demás disposiciones legales que regulan el Deporte y sus relaciones en España.

El segundo aspecto que debo aclarar es que los plazos están para cumplirlos. Ampliarlos a conveniencia de unos pocos es un injusto error que no vamos a volver a cometer, por muy extraordinarias que sean las razones que lo motiven. Si se ha hecho en el pasado es un fallo que asumo y en el que esta FEB no volverá a incurrir, para no discriminar a unos en beneficio de otros. Establecer diferencias entre los que respetan los plazos y los que los ignoran es muy peligroso para la estabilidad que toda institución debe luchar por mantener. Todos somos iguales.

El tercer aspecto es tratar de arrojar algo de luz para los profanos sobre en qué consiste un proceso de integración de una federación autonómica en su homónima nacional. El principal requisito es el de voluntad real de integrarse. No basta una voluntad nominal, debe ser real, tangible y demostrable con hechos. Dudar de la entidad o calidad de otros equipos en cualquier deporte no es una señal inequívoca de querer demostrar esa teórica superioridad en un terreno de juego. Cualquier deporte que se precie de ser así llamado no puede permitirse discriminar a nadie por su teórica calidad o su lugar de procedencia.

El siguiente requisito, como dictan nuestras normas internas, es que la federación autonómica adapte sus estatutos para que cumplan todo lo dispuesto en los nuestros. Es condición necesaria, si bien no suficiente, puesto que además deberá solicitar formalmente su integración.

Tenemos pues tres condiciones no negociables: voluntad real de integración, modificación de estatutos y solicitud formal. De momento, no se cumplen. En mi opinión, la más importante es la primera. Es la que guiará todo el proceso y permitirá culminarlo con éxito, convirtiendo las otras dos en formalismos. Si existe una verdadera voluntad de integrarse, el proceso a seguir es claro: modificación de estatutos y solicitud de integración. Si el camino se recorre en este sentido, no dudo ni por un momento, que la soberana Asamblea de la FEB aprobará la integración de cualquier federación autonómica.

A la vista de los últimos acontecimientos y opiniones surgidas, a las que esta FEB no permanece ajena, quiero, con esta declaración, acabar con las posibles falsas esperanzas que, los deseos de arreglo, hayan podido generar. El camino a recorrer ha quedado claro. Tratar de coger atajos o rodear obstáculos nos alejará más de nuestro destino, porque tendremos que volver a empezar. Y cada vez que comenzamos el camino, lo hacemos desde un punto más retrasado. En mi opinión, la gente de los bolos está empezando a hartarse de todo esto.

A modo de resumen, vuelvo a dejarlo claro. Los plazos y los requisitos legales son los que son. Ni se van a ampliar los primeros, ni mucho menos, se van a obviar los segundos. Hagamos las cosas bien para ofrecer a la familia de los bolos el resultado que de sus dirigentes esperan. Pero quitémonos todos las caretas, seamos coherentes y pongamos las cartas boca arriba. La FEB ha respetado las categorías de calidad de los deportistas para no perjudicarlos, las justas sanciones a árbitros y jugadoras son agua pasada y ha mostrado su disposición favorable a la reintegración. Ha dado muestras claras de sus intenciones. Si deseamos unirnos, lo haremos. Si no lo deseamos, no mareemos más la perdiz, por respeto a todos los estamentos que tenemos el deber de representar.

PRESIDENTE DE LA FEB